a Flores
Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres
En la trilla de un tren que
nunca se detiene
En la estela de un barco que
naufraga
En una olilla, que se
desvanece
En los muelles los apeaderos
los trampolines los malecones
Hay Cadáveres
En las redes de los
pescadores
En el tropiezo de los
cangrejales
En la del pelo que se toma
Con un prendedorcito
descolgado
Hay Cadáveres
En lo preciso de esta
ausencia
En lo que raya esa palabra
En su divina presencia
Comandante, en su raya
Hay Cadáveres
En las mangas acaloradas de
la mujer del pasaporte que se arroja
por la ventana del barquillo con un
bebito a cuestas
En el barquillero que se
obliga a hacer garrapiñada
En el garrapiñiero que se
empana
En la pana, en la paja, ahí
Hay Cadáveres
Precisamente ahí, y en esa
richa
de la que deshilacha, y
en ese soslayo de la que no
conviene que se diga, y
en el desdén de la que no se
diga que no piensa, acaso
en la que no se dice que se
sepa...
Hay Cadáveres
Empero, en la lingüita de
ese zapato que se lía disimuladamente, al
espejuelo, en la
correíta de esa hebilla que
se corre, sin querer, en el techo, patas
arriba de ese monedero que
se deshincha, como un buhón, y, sin
embargo, en esa c... que,
cómo se escribía? c. .. de qué?, mas, Con
Todo
Sobretodo
Hay Cadáveres
En el tepado de la que se
despelmaza, febrilmente, en la
menea de la que se lagarta
en esa yedra, inerme en el
despanzurrar de la que no se
abriga, apenas, sino con un
saquito, y en potiche de
saquitos, y figurines anteriores, modas
pasadas como mejas muertas
de las que
Hay Cadáveres
Se ven, se los despanza
divisantes flotando en el pantano:
en la colilla de los
pantalones que se enchastran, símilmente;
en el ribete de la cola del
tapado de seda de la novia, que no se casa
porque su novio ha
….........................!
Hay Cadáveres
En ese golpe bajo, en la
bajez
de esa mofleta, en el
disfraz
ambiguo de ese buitre, la
zeta de
esas azaleas, encendidas, en
esa obscuridad
Hay Cadáveres
Está lleno: en los
frasquitos de leche de chancho con que las
campesinas
agasajan sus fiolos, en los
fiordos de las portuarias y
marítimas que se dejan amanecer, como a
escondidas, con la bombacha llena; en
la
humedad de esas bolsitas, bolas,
que se apisonan al movimiento de
los de
Hay Cadáveres
Parece remanido: en la manea
de esos gauchos, en el
pelaje de
esa tropa alzada, en los
cañaverales (paja brava), en el botijo
de ese guacho, el olor a
matorra de ese juiz
Hay Cadáveres
Ay, en el quejido de esa
corista que vendía "estrellas federales"
Uy, en el pateo de esa
arpista que cogía pequeños perros invertidos,
Uau, en el peer de esa
carrera cuando rumbea la cascada, con
una botella de whisky
"Russo" llena de vidrio en los breteles, en ésos,
tan delgados,
Hay Cadáveres
En la finura de la
modistilla que atara cintas do un buraco hubiere
En la delicadeza de las
manos que la manicura que electriza
las uñas salitrosas, en las
mismas
cutículas que ella abre,
como en una toilette; en el tocador, tan
...indeciso..., que
clava preciosamente los
alfiles, en las caderas de la Reina y
en los cuadernillos de la
princesa, que en el sonido de una realeza
que se derrumba, oui
Hay Cadáveres
Yes, en el estuche de
alcanfor del precho de esa
¡bonita profesora!
Ecco, en los tizones con que
esa ¡bonita profesora! traza el rescoldo de ese incienso;
Da, en la garganta de esa
ajorca, o en lo mollejo de ese moretón
atravesado por un aro,
enagua, en
Ya
Hay Cadáveres
En eso que empuja
lo que se atraganta,
En eso que traga
lo que emputarra,
En eso que amputa
lo que empala,
En eso que ¡puta!
Hay Cadáveres
Ya no se puede sostener: el
mango
de la pala que clava en la
tierra su rosario de musgos,
el rosario
de la cruz que empala en el
muro la tierra de una clava,
la corriente
que sujeta a los juncos el
pichido – tin, tin... – del son-
ajero, en el gargajo que se
esputa...
Hay Cadáveres
En la mucosidad que se
mamosa, además, en la gárgara; en la también
glacial amígdala; en el
florete que no se succiona con fruición
porque guarda una orla de
caca; en el escupitajo
que se estampa como sobre en
un pijo,
en la saliva por donde
penetra un elefante, en esos chistes de
la hormiga,
Hay Cadáveres
En la conchita de las
pendejas
En el pitín de un gladiador
sureño, sueño
En el florín de un
perdulario que se emparrala, en unas
brechas, en el sudario del
cliente
que paga un precio
desmesuradamente alto por el polvo,
en el polvo
Hay Cadáveres
En el desierto de los
consultorios
En la polvareda de los
divanes "inconcientes"
En lo incesante de ese
trámite, de ese "proceso" en hospitales
donde el muerto circula, en
los pasillos
donde las enfermeras hacen
SHHH! con una aguja en los ovarios,
en los huecos
de los escaparates de
cristal de orquesta donde los cirujanos
se travisten de ''hombre
drapeado",
laz zarigueyaz de dezhechoz,
donde tatúase, o tajéase (o paladea)
un paladar, en tornos
Hay Cadáveres
En las canastas de mamá que
alternativamente se llenan o vacían de
esmeraldas, canutos, en las
alforzas de ese
bies que ciñe – algo demás –
esos corpiños, en el azul Iunado del cabe-
llo, gloriamar, en el
chupazo de esa teta que se exprime, en el
reclinatorio, contra una
mandolina, salamí, pleta de tersos caños...
Hay Cadáveres
En esas circunstancias,
cuando la madre se
lava los platos, el hijo los
pies, el padre el cinto, la
hermanita la mancha de pus,
que, bajo el sobaco, que
va “creciente”, o
Hay Cadáveres
Ya no se puede enumerar: en
la pequeña “riela” de ceniza
que deja mi caballo al fumar
por los campos (campos, hum…),o por
los haras, eh, harás de
cuenta de que no
Hay Cadáveres
Cuando el caballo pisa
los embonchados pólderes,
empenachado se hunde
en los forrajes;
cuando la golondrina, tera
tera,
vola en circuitos, como un
gallo, o cuando la bondiola
como una sierpe “leche de
cobra” se
disipa,
los miradores llegan todos a
la siguiente
conclusión:
Hay Cadáveres
Cuando los extranjeros, como
crápulas, ("se les ha volado la
papisa, y la manotean a dos
cuerpos"), cómplices,
arrodíllanse (de) bajo la
estatua de una muerta,
y ella es devaluada!
Hay Cadáveres
Cuando el cansancio de una
pistola, la flaccidez de un ano,
ya no pueden, el peso de un
carajo, el pis de un
''palo borracho", la
estirpe real de una azalea que ha florecido
roja, como un seibo, o un
servio, cuando un paje
la troncha, calmamente, a
dentelladas, cuando la va embutiendo
contra una parecita, y a
horcajadas, chorrea, y
Hay Cadáveres
Cuando la entierra
levemente, y entusiasmado por el su-
ceso de su pica, más
atornilla esa clava, cuando
"mecha"
en el pistilo de esa carroña
el peristilo de una carroza
chueca, cuando la va dándola
vuelta
para que rase todos.. . los
lunares, o
Sitios,
Hay Cadáveres
Verrufas, alforranas (de
teflón), macarios muermos: cuando sin...
acribilla, acrisola, ángeles
miriados' de peces espadas, mirtas
acneicas, o sólo
adolescentes, doloridas del
dedo de un puntapié en las
várices, torreja
de ubre, percal crispado,
romo clít ...
Hay Cadáveres
En el país donde se yuga el
molinero
En el estado donde el
carnicero vende sus lomos, al contado,
y donde todas las
Ocupaciones tienen nombre….
En las regiones donde una
piruja voltèa su zorrito de banlon,
la huelen desde lejos, desde
antaño
Hay Cadáveres
En la provincia donde no se
dice la verdad
En los locales donde no se
cuenta una mentira
–Esto no sale de acá–
En los meaderos de borrachos
donde aparece una pústula roja en
la bragueta del que orina-esto no va a
parar aquí -, contra los
azulejos, en el vano, de la
14 o de la 15, Corrientes y
Esmeraldas,
Hay Cadáveres
Y se convierte
inmediatamente en La Cautiva,
los caciques le hacen un
enema,
le abren el c... para
sacarle el chico,
el marido se queda con la
nena,
pero ella consigue conservar
un escapulario con una foto borroneada
de un camarín donde...
Hay Cadáveres
Donde él la traicionó, donde
la quiso convencer que ella
era una oveja hecha rabona,
donde la perra
lo cagó, donde la puerca
dejó caer por la puntilla de
boquilla almibarada unos pelillos
almizclados, lo sedujo,
Hay Cadáveres
Donde ella eyaculó, la
bombachita toda blanda, como sobre
un bombachón de muñequera
como en
un cáliz borboteante - los
retazos
de argolla flotaban en la
"Solución Humectante" (método agua por
agua),
ella se lo tenía que contar
Hay Cadáveres
El feto, criándose en un
arroyuelo ratonil,
La abuela, afeitándose en un
bols de lavandina,
La suegra, jalándose unas
pepitas de sarmiento,
La tía, volviéndose loca por
unos peines encurvados
Hay Cadáveres
La familia, hurgándolo en
los repliegues de las sábanas
La amiga, cosiendo sin parar
el desgarrón de una "calada"
El gil, chupándose una yuta
por unos papelitos desleídos
Un chongo, cuando intentaba
introducirla por el caño de escape de
una Kombi,
Hay Cadáveres
La despeinada, cuyo rodete
se ha raído
por culpa de tanto
"rayito de sol", tanto "clarito";
La martinera, cuyo corazón
prefirió no saberlo;
La desposeída, que se
enganchó los dientes al intentar huir de un taxi;
La que deseó, detrás de una
mantilla untuosa, desdentarse
para no ver lo que veía:
Hay Cadáveres
La matrona casada, que le
hizo el favor a la muchacho pasándole un
buen punto;
la tejedora que no cánsase,
que se cansó buscando el punto bien
discreto que no mostrara
nada
– y al mismo tiempo diera a
entender lo que pasase –;
la dueña de la fábrica, que
vio las venas de sus obreras urdirse
táctilmente en los telares-y daba esa
textura acompasada...
lila...
La lianera, que procuró
enroscarse en los hilambres, las púas
Hay Cadáveres
La que hace años que no ve
una pija
La que se la imagina, como
aterciopelada, en una cuna (o cuña)
Beba, que se escapó con su
marido, ya impotente, a una quinta
donde los
vigilaban, con un naso, o
con un martillito, en las rodillas, le
tomaron los pezones, con una
tenacilla (Beba era tan bonita como una
profesora…)
Hay Cadáveres
Era ver contra toda
evidencia
Era callar contra todo
silencio
Era manifestarse contra todo
acto
Contra toda lambida era
chupar
Hay Cadáveres
Era: "No le digas que
lo viste conmigo porque capaz que se dan
cuenta"
O: "No le vayas a
contar que lo vimos porque a ver si se lo toma a
pecho"
Acaso: "No te conviene
que lo sepa porque te amputan una teta"
Aún: "Hoy asaltaron a
una vaca"
"Cuando lo veas hacé de
cuenta que no te diste cuenta de nada
...y listo"
Hay Cadáveres
Como una muletilla se le
enchufaba en el pezcuello
Como una frase hecha le
atornillaba los corsets, las fajas
Como un titilar olvidadizo,
eran como resplandores de mangrullo, como
una corbata se avizora,
pinche de plata, así
Hay Cadáveres
En el campo
En el campo
En la casa
En la caza
Ahí
Hay Cadáveres
En el decaer de esta
escritura
En el borroneo de esas
inscripciones
En el difuminar de estas
leyendas
En las conversaciones de
lesbianas que se muestran la marca de la liga,
En ese puño elástico,
Hay Cadáveres
Decir "en" no es
una maravilla?
Una pretensión de
centramiento?
Un centramiento de lo
céntrico, cuyo forward
muere al amanecer, y
descompuesto de
El Túnel
Hay Cadáveres
Un área donde principales
fosas?
Un loro donde aristas
enjauladas?
Un pabellón de lolas
pajareras?
Una pepa, trincada, en el
cubismo
de superficie frívola...?
Hay Cadáveres
Yo no te lo quería comentar,
Fernando, pero esa vez que me mandaste
a la oficina, a hacer los trámites,
cuando yo
curzaba la calle, una
viejita se cayó, por una biela, y los
carruajes que pasaban, con
esos crepés tan anticuados (ya preciso,
te dije, de otro pantalón
blanco), vos creés que se iban a
dedetener, Fernando?
Imaginá…
Hay Cadáveres
Estamos hartas de esta
reiteración, y llenas
de esta reiteración estamos.
Las damiselas italianas
pierden la tapita del Luis
XV en La Boca!
Las ''modelos" –del
partido polaco–
no encuentran los botones
(el escote cerraba por atrás) en La Matanza!
Cholas baratas y envidiosas
– cuya catinga no compite – en Quilmes!
Monas muy guapas en los
corsos de Avellaneda!
Barracas!
Hay Cadáveres
Ay, no le digas nada a doña
Marta, ella le cuenta al nieto que es
colimba!
Y si se entera Misia Amalia,
que tiene un novio federal!
Y la que paya, si callase!
La que bordona, arpona!
Ni a la vitrolera, que es
botona!
Ni al lustrabotas, cachafaz!
Ni a la que hace el género
"volante"!
NI
Hay Cadáveres
Féretros alegóricos!
Sótanos metafóricos!
Pocillos metonímicos!
Ex-plícito !
Hay Cadáveres
Ejercicios
Campañas
Consorcios
Condominios
Contractus
Hay Cadáveres
Yermos o Luengos
Pozzis o Westerleys
Rouges o Sombras
Tablas o Pliegues
Hay Cadáveres
– Todo esto no viene así
nomás
– Por qué no?
– No me digas que los vas a
contar
– No te parece?
– Cuándo te recibiste?
– Militaba?
– Hay Cadáveres?
Saliste Sola
Con el Fresquito de la Noche
Cuando te Sorprendieron los
Relámpagos
No Llevaste un Saquito
Y
Hay Cadáveres
Se entiende?
Estaba claro?
No era un poco demás para la
época?
Las uñas azuladas?
Hay Cadáveres
Yo soy aquél que ayer
nomás...
Ella es la que…
Veíase el arpa...
En alfombrada sala...
Villegas o
Hay Cadáveres
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..............................................
..............................................
..............................................
No hay nadie?, pregunta la
mujer del Paraguay.
Respuesta: No hay cadáveres.
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